21 nov 2011

La hora de la verdad...

Aún recuerdo aquella tarde,tirado en las vías del tren en aquel pueblo fantasma.
El incómodo airecillo que  corría y atravesaba  el paso a nivel, traía consigo  el fino polvo del camino que  se iba incrustando y amontonando en mis  inertes oídos.
Por suerte, esas mismas partículas, empezaron a invadir mi garganta a través de la abertura de mi boca y antes de asfixiarme hizo que despertara de tan molesto y duradero sueño con una seca  tos.
Desde el empedrado suelo mis ojos, al principio entre borrones y luego con una perspectiva algo mejor definida, no daban una explicación clara a mi cerebro:

Foto: José M.Sieres

Una vía de tren, trazos en el suelo sobre un paisaje desnudo...
-¿Qué significaba todo esto?¿ Dónde se había metido el resto del mundo...?-
Me puse en pie y e intenté seguir aquel camino  de hierros, no recordaba nada,mi mente seguía nublada, aturdida, no me quedaba otra que ir hacia adelante para buscar respuesta...Llevaba varias horas andando cuando a lo lejos divisé el contorno de una figura humana...

Foto: José M Sieres
¡Efectivamente! Aquella mujer se iba acercando lentamente hacia mí,cuando estuvimos los dos cara a cara, me cogió del brazo y empezó a espantarme con gritos desesperados para que no me dirigiese al lugar de donde ella venía:
- ¿ A dónde crees que  vas? Seguidamente, me solté de su mano y  le expliqué que no sabía qué estaba pasando, el por qué había aparecido en aquellas vías y el por qué aquel lugar estaba tan desolado.
Rápidamente aquella mujer,mientras me miraba con ojos de asombro ( a lo Candy, Candy...). Me explicó como "Los del otro lado" habían llegado y habían  arrasado con todo el pueblo. Iban buscando aquello que tantos años habían mantenido como un secreto y que suponía todo el ser del pueblo; una pequeña estatuilla que conocían como : El Enanito Verde.( véase información detallada de esta figurilla en los dibujos animados "Vampiros en la Habana").



Entonces, los recuerdos empezaron a venir en destellos de nuevo a mi cabeza y de pronto entendí todo, recordé quién era yo,incluso me sonaba  aquella mujer de la vía del tren pero sin terminar de recordar con exactitud de qué...
Yo era,según un libro muy muy viejo  y hecho polvo que se conservaba en la biblioteca de mi pequeño planeta... "El Elegido"
Por lo visto,  fuí a nacer en el lugar y  hora que un abuelito de larga y blanca barba había predicho que lo hicera y al que definió como : Aquel muchacho que nos ha de salvar... y ¿de quién?...De los del otro lado... Conocidos mundialmente en este planeta como "LOS MALOS".


 Desde el principio recibí una dura instrucción . Aprendí todo lo que tenía que aprender en las diferentes artes de la guerra:
- A montar en feroces  artilugios de dos ruedas para atacar y escapar del enemigo en lugares  estrechos casi  inapreciables para el ojo humano a oscuras a las tres de la mañana un sábado...


- A deslizarme por cualquier superficie que me permitiese una salida audaz y astuta de cualquier percance en el que me pudiera encontrar...

- Me licencié con altos honores en bella lucha de espada y todos los secretos que tan afilado cuchillo guarda bajo sus vainas...



- Incluso  realicé importantes estudios en las diferentes ciencias del mar aplicada la los sabotajes máritimos, participando a la vez en simulacros de batallas navales en playas de islas desiertas con el hundir la flota...


Sí, soy El Elegido; aquel que todo el mundo está esperando para acabar con LOS MALOS e implantar de nuevo la libertad en este extraño planeta.

Sin más tiempo que perder, dejé a aquella extraña mujer que prosiguiera su camino. Por mi parte le dije, que lo sentía y que aunque sabía a lo que me arriesgaba  mi destino era ir hacia el  peligro...
Llegué a una nueva parada de aquel indeterminado tren:

- Sigue todo vacío, extraño...¿ Qué significarían los número de este cartel?.119/4... Ummm, ya lo tengo ...Antes  este paraje tenía 119 habitantes , ahora sólo quedan cuatro...
Tuve suerte y en breve encontré a  los pocos habitantes. Al principio asustados, pero logré convencerles para construir mi gran nave galáctica con los que afrontaría la batalla crucial...


Y tras un hierro "doblao" por aquí arriba, cuatro cruzados por abajo , en un plis-plas , todo estaba preparado para mi gran mono-aventura hacia lo infinito.
Pasaron dos días, tres,cuatro y el quinto...Cuando el sol comenzaba a iluminar  destapé mi nave escondida tras unos yerbajos y puse rumbo hacia la mayor victoria que jamás de los jamases se consiguiera en toda  la historia de quel puntito del mapa terrestre...


El ataque fue perfecto, aproveché que el sol se encontraba tras de mí para  cegar a LOS MALOS y sin que me pudiesen ver bien, bombardearlos con globos de harina y agua...Aquella masa al secarse consiguió inmovilizarlos y hacer  una taréa fácil su posterior captura...
¡Ufff !,¡ qué  batalla, !...todo un éxito...
Al poco tiempo, todo volvió a la normalidad, poco a poco los habitantes de aquel lugar fueron regresando a sus casas y a la vida cotidiana.

Yo recibí una llamada...Eran mis superiores,querían que volviese a casa para felicitarme  por aquella victoria  inolvidable.
Y he de reconocer, que aunque sólo había cumplido con mi obligación. Aquella noche, en la que todos celebramos la paz del mundo mundial,sentir la felicidad de todos aquellos que estaban a mi lado me hizo sentir el hombre más especial  de toda la galaxia...


PD:  Sigo sin caer de qué conocía aquella mujer de la vía del tren...
Foto: José M Sieres
Video dedicado a Vampiros en la Habana
FIN

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