17 oct 2011

El jóven y la ballena

CAPÍTULO 4

David contra Goliath...


     Cada palada que daban al agua iban notando cómo el mar se endurecía, pronto se dieron cuenta que aquella expedición no iba a ser lo fácil que habían soñado.
Aunque todo parecía estar en calma, el oleaje los empujaba cada vez con más violencia. Los brazos empezaron a fallar, dolían...Aparecieron las fuertes corrientes, estas no hacían más que cambiar una y otra vez el rumbo de la pequeña embarcación...
Cada vez  había menos luz y las temperaturas comenzaron a bajar, se había iniciado el momento que tanto temía Jamir y que además comprobó que lo único que hacían era dar vueltas en círculos.
 Agotados, rendidos y sin avance alguno,llegaron a al conclusión de abandonar su  un destino a la suerte y esperar a que el mar los devolviese si este era su fin, al lugar de donde  partieron.
Al cabo de unos minutos,uno de los miembros de la zodiac pudo ver  a lo lejos una patrullera marroquí y se puso como enloquecido a darles voces y señales con una camiseta roja que llevaba puesta, estaba seguro que lo habían visto , era imposible que pasaran inadvertidos, sin embargo esa patrullera nunca volvió...Tras esa decepción Târeq, con la fuerza de su orgullo propio cogió los remos y empezó de nuevo a tirar de la zodiac mientras los otros tres ya no querían saber nada de la historia...
- ¡ Vamos Jamil!¡Ayúdame!, Ya has podido ver como nos han ignorado, si nos rendimos esto no puede acabar bien, debemos intentarlo...
Tras varios minutos observando a Târeq, Jamil se puso a remar junto a él. ellos empezaron esto y ellos lo terminarían...
La noche fue larga, fría... Pasaron las horas y comenzó el amanecer. Observaron que la distancia recorrida bajo la luna apenas era significante, de nuevo soltaron las palas para descansar un rato los brazos y mientras predecían  con murmullos  sus destino algo se oyó, como si algo cayera y sacudiera de forma intensa todo el mar, Jamil  se reincorporó de rodillas en la zodiac y vió algo que no entró en ningún momento en sus planes, pero que ciertamete era posible por la zona en la que se encontraban:
-¡ Tàreq, chicos, mirad!¡Corred, corred!.
- Jamil...¡Son ballenas!¡Son ballenas!¿Qué vamos hacer?Estamos perdidos, muertos...
Habían calculado todo, no muy bien , eso es cierto, pero todo...sólo se les olvidó incluir un pequeño dato insignificante...en el Estrecho, en pleno verano, se pueden observar uno de los espectáculos más maravillosos del que el ser humano aún puede disfrutar...El avistamiento de estos bellos cetáceos realizando sus pasos en busca de comida y mejores aguas donde pasar su temporada...
El miedo  y el nerviosismo se apoderó rápidamente del bote, los cuatro jóvenes veían cómo se acercaban demasiado rápido hacia ellos aquella manada, las cuales  asomaban sus lomos arqueados y volvían durante varios metros a sumergirse en el mar...
-¡Tàreq!¿ Qué hacemos? ¿Qué hacemos?...-
Todos se preguntaban uno al otro pero nadie respondia. De pronto Târeq se tiró hacia atrás dejando caer su cuerpo contra el suelo de la barca , se quitó su zapatilla y la sostuvo con la mano derecha y el brazo levantado...
- ¡Si se acercan, le tiraremos las zapatillas!¡ Venga! Quitaros las vuestras y atento por si llegan hasta aquí...
La cara de Jamil y los otros dos tripulantes lo dijeron todo. Jamil, pensó que sólo esa idiotez era digna de alguien como su buen amigo...Târeq miró a los tres y respondío a sus miradas...
-¿ Qué quereis que os diga?¿Què otra cosa podemos hacer? No le vamos a dar con los remos para perderlos o que se rompan. ¿ Se os ocurre algo mejor?-
Todos se miraron callados y comenzaron a quitarse sus zapatos,se colocaron a estribor esperando, con zapatillas en mano , el fatídico desenlace...Se hizo el silencio,sólo se oían a los cachalotes rompiendo el mar, pero por una vez surgió el milagro y por alguna razón , ese gran paso de "pececitos" pasó muy cerca de ellos ignorándolos y todo quedó en un gran susto y algunos comentarios entre ellos como...
- Chicos , fijaros si no importamos a nadie que hasta las ballenas pasan de largo.-
(Hay en este caso quién a posteriori aseguraría que pudo notar cómo se deslizaban sutilmente  por debajo de la zodiac...).
 Tras la inesperada aventura y cuando aún no estaban reestablecidos del susto,fue un pesquero frente a las costas españolas los que en este caso sí lo avistaron. A los veinte minutos una patrullera de la Guardia Civil los rescató del mar y puso fin a la aventura del jóven Nemo y sus marinos...
Final de esta historia:
   Como conclusión contaros que esta historia es totalmente cierta, aunque si es verdad también que no los nombres.
El año pasado tuvimos el placer de conocer a Jamil, un jovén estudiante y con brillante futuro en sus estudios el cual nos hizo conocer su paradójica historia y con tintes que rozaban el surrealismo.
Jamíl sigue con esas ganas de triunfar en su vida y devolver y compensar a sus padres por todo aquello que una tarde, mientras celebraban una boda en el pueblo, les hizo pasar.
Nos contó cómo una vez en tierra, cada uno de los cuatro acabaron en centros de distintos lugares y esto hizo que perdiesen el contacto; aunque también nos dijo que cree que su amigo Tàreq  había escapado de un centro de menores de Barcelona.
Nos habló también de su familia, cómo en un principio no supieron nada de él , esperándose sus padres lo peor, pero que una vez asegurada la tramitación de sus papeles ya no tuvo miedo de comentar de donde venía y aunque ahora hasta que no tenga todo en regla no puede volver a su país a verlos ,mantienen diariamente contacto por internet y teléfono.
Sabe que está a un paso de conseguirlo y tener aquel futuro por el que se enfrentó aquella mañana a una ballena con una zapatilla...
Pd: Es fácil echar en tiempos de crisis la culpa a aquellos que vinieron de afuera buscando un futuro mejor, pero pensad...Todos tienen una vida y una historia de la que a veces debemos aprender y respetar.


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